jueves, mayo 18, 2006

Un mundo estúpido para gente estúpida

Oigo bocinas, petardos, gritos, cantos de victoria. ¿Habrán bajado las hipotecas? ¿Alguna Ley desconocida habrá convertido los contratos eventuales en fijos; ha subido el salario mínimo interprofesional; se anunció la inminente creación de cien mil viviendas de protección oficial? Agudizó el oído un poco más. Lo mismo bajaron el gasoil, porque la gente da muchas vueltas con el coche y tocan gozosos las bocinas. Tanto despilfarro de energías, debe ser producto de una súbita bajada de los hidrocarburos, no cabe duda. Salgo al balcón. Vaya, que sorpresa, parece que a todo el mudo menos a mi le ha tocado la Primitiva. Que descalabro. Pongo la tele intrigado. Pues va a ser que no. Tampoco era eso. Tanto grito, tanta traca, tanta alegría porque un grupo de millonarios en calzoncillos ha ganado una Copa. Bendita simplicidad.

Bueno, ¿y qué se podía esperar? El Mundo es como es porque la gente que lo habita es como es. Un Mundo estúpido, para gente estúpida.